Quienes somos

El misterio de los Iluminati nace de una idea propuesta por un grupo de jóvenes que en 2012  realizaron un curso de Animador Turístico.

Su idea era promocionar su Comunidad Autónoma  a través de monumentos histórico-culturales. Uno de estos monumentos, se encuentra dentro de la Comarca del Campo Arañuelo es el Convento de San Francisco situado entre Belvis de Monroy y Casas de Belvis.

Realizaron varias visitas al Convento de San Francisco para ver sus instalaciones y elaboraron una ardua labor de investigación para conocer toda su historia, siempre contando con la estrecha colaboración que los brindó el Ayuntamiento de las localidades anteriormente mencionadas.
Tras un largo trabajo realizaron un proyecto presentado al Ayuntamiento, quien los dio su consentimiento para llevar a cabo su iniciativa.  En ese momento crearon el guion de su historia y empezaron los ensayos de las representaciones.

El primer día que se llevó a cabo la representación  fue el día 2 de Agosto de 2012, cada representación cuenta con 4 pases, el número de visitantes por cada pase es de 12 personas y el horario varía dependiendo la estación en la que nos encontremos realizándose siempre cuando cae la noche.

El Misterio de los Iluminati es una representación que cuenta la historia de los 12 monjes que vivieron en el convento de San Francisco en el siglo XVI   de una manera llena de misterio e intriga. El recorrido empieza en el Merendero de Belvis de Monroy, allí un monje los recogerá y los llevará hacia el Convento, un lugar sagrado donde aún residen las almas de los 12 monjes que allí vivieron, el grupo irá recorriendo todas las dependencias del Convento y presenciado todo lo que ocurrió en aquella época. El recorrido dura aproximadamente unos 50 minutos  llenos de tensión y misterio.

Es una experiencia única e irrerrepetible,¿os la vais a perder?

Historia

A finales del siglo XV surge en el seno de la Orden Franciscana un grupo de frailes que defienden y propugnan nuevas ideas de renovación espiritual. Estos frailes, con Fray Juan de Guadalupe a la cabeza, serán conocidos como "Iluminados", "Descalzos" o del "Santo Evangelio".  Sus ideas de renovación, basadas en la crítica al alto grado de relajación, corrupción y baja espiritualidad de algunos miembros de la iglesia, causaron una seria reestructuración dentro de su Orden y se extendieron al resto de órdenes religiosas de la época. Por este motivo, varios frailes reformistas fueron expulsados de sus conventos y eremitorios y perseguidos como herejes y  proscritos. Algunos de ellos fueron a refugiarse a lugares apartados donde poder desarrollar su fe bajo los preceptos franciscanos de humildad y pobreza.

Dos de estos frailes, expulsados de Trujillo, acudieron al amparo de la Virgen del Berrocal, en una pequeña ermita situada en lo alto de un cerro, junto a la Villa de Belvís. Durante un tiempo, convivieron con el ermitaño que cuidaba del templo, refugiando y amparando a los frailes proscritos que hasta allí llegaban.

En 1505, los Señores de Belvís y Condes de Deleitosa, Don Francisco de Monroy y su esposa, Doña Francisca Henríquez, donan a estos frailes "Iluminados" el solar y el huerto para que construyan un convento, corriendo con los gastos de edificación y convirtiendose así en sus protectores y benefactores, aún cuando éstos se encontraban en clandestinidad. Ese mismo año comienzan las obras del Convento de San Francisco de Belvís, "no con la grandeza que deseaba el patrón, sino según el espíritu de pobreza y humildad del siervo de Dios Fray Pedro de Melgar".

Fray Pedro de Melgar, apodado "El Melgarejo", se convertirá en el primer custodio o superior del convento, imponiendo las normas defendidas por la Descalcez y el Santo Evangelio: "vestirán sayal, andarán descalzos, no pedirán vino, ni pescado, ni carne, no recibirán oro, ni seda, ni plata, no recibirán misas y si las reciben será sin precio alguno. Éstos deberán ser siempre religiosos en pobreza y esperanza tanto espiritual como corporal"

Durante la primera mitad del siglo XVI, el convento de San Francisco se convertirá en el centro más importante de la iniciación misionera. Hasta él llegarán frailes de todos los rincones para instruirse en la conquista espiritual del Nuevo Mundo.

El primer grupo de Descalzos, partió rumbo a México en 1523. Se trataba de un grupo de 13 Iluminados, austeros, cultos y entusiastas, provenientes de toda España. El nombre de "Los Doce" fue fruto de la casualidad, ya que uno de ellos no pudo embarcar a tiempo. Su misión evangelizadora hizo que a  partir de este momento, pasaran a conocerse como "Los Doce Apóstoles de México". A su llegada al Nuevo Mundo, fundaron escuelas, iglesias y hospitales, y contribuyeron a que la evangelización fuera menos cruel, llegando incluso a ser tachados de herejes por otras órdenes religiosas por sus técnicas pacificadoras.

Los nombres de estos Doce Apóstoles pioneros de la Evangelización son:

1. FRAY MARTÍN DE VALENCIA: (Padre superior, confesor y predicador docto)
2. FRAY FRANCISCO DE SOTO
3. FRAY MARTÍN DE LA CORUÑA
4. FRAY JUAN XUAREZ
5. FRAY ANTONIO DE CIUDAD RODRIGO
6. FRAY TORIBIO DE BENAVENTE
7. FRAY GARCÍA DE CISNEROS
8. FRAY LUIS DE FUENSALIDA
9. FRAY JUAN DE RIVAS
10. FRAY FRANCISCO XIMENEZ
11. FRAY ANDRÉS DE CÓRDOBA
12. FRAY JUAN DE PALOS